"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma".
(Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
martes, 21 de agosto de 2007
Y a un mundo de ti no puedo añorarte, porque sé que mi nombre jamás dejó tus labios.
1 comentario:
Las añoranzas forman parte de nosotros pero no deben impedirnos avanzar, ¿no?.
:)
Escrito por pequena 24/08/2007 01:13
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