sábado, 26 de diciembre de 2009

A veces la felicidad nos da tanto miedo que creemos que es la razón la que nos incita a la cobardía. No obstante, hoy el día semeja perfecto para perderse entre tus sábanas y disfrutar de tu cuerpo, aun ajeno. Y cuando lo hago mío, nuestro, lo efímero se torna sublime.

7 comentarios:

Isabel dijo...

Pues que lo disfrutes, que lo disfrutemos. Un beso, guapa

Deambulando con Artabria dijo...

Pues que siga así....

Chousa da Alcandra dijo...

Dalle duro. Ata que o efímero deixe de selo (por un anaco polo menos!)

Druid dijo...

La cobardía se vuelve tal cuando el ser es consciente de la felicidad.

Que lo mejor esté por venir.

Escribe lo que quieres dejar atrás en un papel, y quémalo mañana a las 23.59.

Un beso Marquesa.

Druid dijo...

En el fondo todos sabemos lo que nos hace falta... todos sabemos, cuando llegamos a un cruce de caminos como el que tienes dentro de ti, cual es el camino que nos llevará a estar mejor, y ese camino no siempre es el que dicta el corazón, fatal brújula cambiante y caprichosa.

Cuídate si no te cuidan, que seguro un día no tendrás dudas.

Un beso fuerte.

Chousa da Alcandra dijo...

Moita Ledicia (e chocolatiño) para o 2010.

irene dijo...

Lo efímero se torna sublime..., sabia frase, lástima que lo sublime no se tornara eterno.
Un beso.