domingo, 24 de junio de 2007

Diciembre, 1998

"11 de junio

¿Será la luz que cambia? ¿O la abertura que deja el postigo? ¿O la huella de su cuerpo en las sábanas? ¿O su misma piel que, tal un camaleón, adquiriese un color distinto cada mañana? Ayer era blanca. Anteayer dorada. La víspera casi rosa. Esta mañana le he encontrado reflejos marfileños. Y mañana..., ¡olvidemos el mañana! Esperemos a la sorpresa que nos depare el siguiente día puesto que mirarlo, sólo mirarlo y jugar con las sombras que pone la luz en su piel se ha convertido ahora en mi verdadera oración de la mañana".

Diario de Mathilde, 1944 *

* Cf. Lévy, Bernard-Henri; El diablo en la cabeza (1984)

1 comentario:

Markesa Merteuil dijo...

Entre el negro y el blanco hay infinidad de matices...

Escrito por Chica simple 24/06/2007 15:06

Que el deseo (el amor no siemmpre es imprescindible) nos descubre en cada amanecer...

Escrito por MarkesaMerteuil 24/06/2007 17:50