La intervención de Amalia Granata en el CQC chileno me ha dejado casi sin palabras. Tras su "tengo una desventaja. Soy rubia, mujer y modelo así que (...) lo tengo asumido" no creo que me exceda al hacer apología de una imprescindible censura para evitar que la gente haga el ridículo de forma tan gratuita.
Que las respuestas sean mejores o peores, correctas o incorrectas, simpáticas o soporíferas, no justifica, en ningún caso, tamaña aseveración previa, que echa por tierra su intento de fingir humildad y desenfado. Y qué decir del sóbame que eso seguro que vende... Creo que no necesita comentarios.
El modelo Barbie, en el que la ñoñería y la estulticia se convierten en valores femeninos, creo recordar que no estaba reñido con el buen gusto. Pero es que en este caso ni siquiera es correcta la elección de vestuario. Esta mujer, rubia y modelo o bien no tiene asesor de imagen o bien su personal shopper se ha ido de vacaciones.
¿En serio que era preciso emitir este CQTest?
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