Ausencias (II)

Como otrora me sueño dormida en tu cintura; dormida y desnuda; desnuda y sintiéndote vivo bajo mi cuerpo rejuvenecido por los ocasos compartidos; sintiéndote y renaciendo en el despertar de besos; renaciendo y ansiando morir de nuevo en tus brazos; ansiando pero temiendo que el amanecer derive en ausencias; temiendo y osando; osando y temiendo; temiendo nacer y temiendo morir; muriendo y viviendo; siempre a merced del devenir, pues no logro subyugar al tiempo y por más que lo intento no se detiene en tus pupilas dilatadas por placeres tuyos y míos.