"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma". (Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
jueves, 3 de enero de 2008
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13 comentarios:
Si te pierdes en miradas así, cualquiera te encuentra luego. ;))))
Gracias por pasarte y comentar en mi blog, benvida. Un bico.
Hola wapa. Lo cierto es que llevaba tiempo entrando. Me gusta mucho, la verdad. Seguiré, por tanto y con tu permiso, entrando.
Buenísimo markesa...dichosos los ojos diana de tus deseos...dichosos
Es la placidez de esta temporada, creo, más que los ojos en sí. Estoy emulando viejos tiempos...
Fantástico escrito de largas pestañas. Me gustó mucho.
El comentario sobre la miel, en el escrito anterior.
Besos.
Con esas excursións ás acuosidades oculares...madia levas a estar acatarrada!!!
(Bicos de un de Antas con grandes propósitos -ademáis de vivir e compartir-)
Mario... es que yo de mieles poco entiendo. Sólo sé que ésta de la que te hablo es espectacular, según los expertos. Y creo que en tierras de Chousa también hay rica miel, ¿verdad?
Prefiro arrefriarme a non disfrutar da beleza. ¡Que bonita que estaba Antas este outono!
No deje para mañana lo que pueda hacer hoy...
Fíjese, Marquesa, que gustándome como me ha gustado lo escrito, a mí se me ha dado por recordar Blade Runner, cuando el replicante León mete su mano en el engrudo de ojos que está fabricando el chino.
Pero no me culpe, que lo que ha escrito lo firmaría con gusto para escribirlo en un papel y dejárselo en la almohada a una que me sé yo.
Qué evocador, vizconde!
Los ojos....
reflejos de las verdades interiores que nos cuesta ocultar.
Un beso.
Precioso, es como hacer una tratamiento de texto de un escrito, aunque en este caso de una mirada.
Un saludo
Franc.
Tal vez Druid, tal vez por eso aún no he logrado pasar de la curvatura de las pestañas... tal vez me da miedo sumergirme.
Muchas gracias, Franc, bienvenido. Me he pasado por tu blog y lo que he leído... Volveré, volveré con más tiempo.
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