Quise alimentarle de sueños,
dibujar el mapa de los placeres,
hallarme vívida en su orografía
y llevarle, de nuevo, a Venus.
Quise cabalgar en su risa apolínea,
y cargada de su vigor invocar,
pletórica de osadía, a Hermes
para que arrojase mi reto a Marte.
Quise refugiarme en sus ojos,
atrincherarme en sus brazos
y, acunada en su pecho,
abandonarme, por fin, a Morfeo.
Pero mi mano erró.
La simiente de ilusiones
se tornó amarga
y los placeres rancios.
La anhelada firmeza
se transformó en duda
y los anhelos se desbocaron.
Sus brazos se desvencijaron
y las ruinas del refugio
se quebraron putrefactas.
Aturdida por hedores inmisericordes,
mi mano erró y, en lugar de en fuentes,
se sumergió en aguas de cloaca.
Mi mano erró. Hasta Aquiles,
embriagado de mieles de gallardía,
dejó su talón sin resguardo.
6 comentarios:
Pues menudo viaje más accidentado hacia Venus. Hay que buscar otro medio de transporte :P
Agora entendo quen montou todo ese lio no Olimpo: unha marquesa de Lugo!!
Amiga mía: errare humanum est, me parece que decían los eruditos cuando yo era pequeña y me creía todo lo que decían los eruditos.
Algunas cosas eran verdad, con todo.
Es muy hermoso lo que escribes, son versos que se lamentan de lo que quisieron, son versos que rememoran lo que no se tuvo, lo que se deseó pero que por cosas impensadas no se tuvo.
Encontré tus letras navegando por la noche insomne, ha sido un placer para mi encontrar un poema tan bonito, seguiré leyéndote.
Agatha.
Pasando a leerte y como siempre me ha encantado...
Besos!!
Los sueños siempre alimentan, antes o después, aunque falle el intento. Y Morfeo siempre perdurará... ¿Qué más da, antes o después?
Precioso...
Besos de luz, de Muerte por Vida
(De nuevo... perdón por el retraso)
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