"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma".
(Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
martes, 10 de junio de 2008
Debería continuar con el Cuéntame un cuento, para que los que sí lo leéis no perdáis el ritmo, pero... hoy me apetece más contar otra cosa:
"Quise creer que podía querer, pero aunque quiero querer no puedo. O eso creo".
3 comentarios:
a veces nos convencemos de que queremos, pero no... y a veces a la inversa... ¿por qué siempre tiene que ser tan complicado?
Crees? Xa é algo. Bicos
gracias por tus palabras en mi espacio
estaremos leyendonos
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