"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma".
(Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
martes, 4 de agosto de 2009
El rubor no es timidez, ni vergüenza, ni... El rubor es cólera contenida. Cólera ardiente pugnando por expandirse a través de los cráteres imaginarios de unas mejillas.
Para mi el rubor es todo lo que dices y además ganas contenidas de estornudar e incluso de otras cosas más escatológicas. Y ahora, al escribir esto, como no quiero borrarlo, tambien me ruboricé. ¡Que verguenza!¡Que borde soy! Me ruborizo en tu mejilla izquierda
No te iba a contestar en mi blog, just in case, al que se la jugué fue a un amigo, eso es lo que me jode (y bien) la vida. Con mis prioridades claras un amigo es siempre lo primero y me vendí al oscuro laberinto del Ballantines.
En cualquier caso, al despertar ella me dio un concierto de guitarra, piano y violonchelo... acojonante despertar.
8 comentarios:
Que bonito lo defines, así dá gusto ruborizarse. Un beso
A mi me pasa lo mismo, me ruborizo por cualquier cosa: mala leche, vergüenza...............
P.D. Hace un montón que no coincidimos y me tienes que poner al día....
Boeno, boeno...non sempre!! Ou??
Para mi el rubor es todo lo que dices y además ganas contenidas de estornudar e incluso de otras cosas más escatológicas.
Y ahora, al escribir esto, como no quiero borrarlo, tambien me ruboricé.
¡Que verguenza!¡Que borde soy!
Me ruborizo en tu mejilla izquierda
sisi, a mi me pasa, y es una traicion del cuerpo cuando queres ocultar algo...
Colera, si: contra una/o misma/o casi siempre...
Pues toca sacarla 'pa' fuera. Un beso, Markesa.
Mira que post más majo para contestarte.
No te iba a contestar en mi blog, just in case, al que se la jugué fue a un amigo, eso es lo que me jode (y bien) la vida. Con mis prioridades claras un amigo es siempre lo primero y me vendí al oscuro laberinto del Ballantines.
En cualquier caso, al despertar ella me dio un concierto de guitarra, piano y violonchelo... acojonante despertar.
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