viernes, 6 de noviembre de 2009

Lucha, lucha, lucha. No me dejes solo

Una frase que, simplemente leída, conmueve las entrañas. No quiero imaginar el tono de la voz quebrada por el miedo. Y es que a nadie le puede resultar indiferente la angustia de los tripulantes y de las familias de los 35 marineros secuestrados a bordo de su lugar de trabajo, el Alakrana. Con ellas palpitamos y por ellos tememos, sin entender muy bien qué se está haciendo. Desde luego, no queremos ser partícipes de la aceptación de las condiciones impuestas por unos chatanjistas que mercadean con vidas que jamás debieron pertenecerles. Pero, cuando el miedo nos carcome las entrañas, algo habrá que hacer, digo yo. ¿Seguridad privada en los barcos? Ésa no es la solución, salvo que queramos lastrar aún más la capacidad de supervivencia de un sector que se tambalea dados los altos precios de los carburantes, dado el incremento de las exigencias que han de asumir y dada la baja cotización de los productos pesqueros. Baja cotización ligada a la importación de aquéllos que no han de someterse a los rigurosos controles a los que se ha de hacer frente en los pesqueros y lonjas nacionales. ¿Pero qué hacer en un momento de crisis en el que cada céntimo cuenta?

Las familias tiemblan en el supermercado, mientras flotas renovadas, en las que la inversión fue espectacular, ya se plantean el amarre. Y, mientras tanto, vemos sinrazón manifiesta en cada decisión tomada desde despachos en los que ni siquiera se huele el mar, pero desde los que se exige que los veteranos de éste sumen titulaciones para cuya obtención carecen de tiempo a sus conocimientos cotidianos, sin tener en cuenta su día a día, que es el que les otorga las capacidades. Capacidades que, eso sí, les dejan indefensos ante la acción pirata a la que se exponen en según qué aguas.

Hace no demasiados meses, la lucha se centraba en lograr que, próximo a la flota, navegase también algún buque de salvamento, para atajar cualquier incidente vinculado a la acción pesquera o incluso cualquier dolencia. Ahora la lucha ya no debe ceñirse exclusivamente a la profilaxis contra gérmenes, virus y demás. Ahora el miedo lo generan también nuestros iguales. El hombre, siguiendo la tradición secular, de nuevo aterrando al hombre.

Marineros curtidos, indefensos ante los desmanes de quienes probablemente buscan también subsistir. Y mientras tanto qué es de nuestro ejército. Creo que sigue de excursión en países en los que no lo quieren, pero en los que enarbola banderas de ayuda humanitaria. ¿Son menos humanos nuestros trabajadores del mar? ¿No merecen ayuda, protección? ¿Cuál es el coste de acompañar a la flota? ¿Qué precio le ponemos a cada vida que peligra indefensa en aguas inhóspitas?

"Lucha, lucha, lucha. No me dejes solo", gritan desde el Alakrana. "Lucha, lucha, lucha. No les dejemos solos", tecleo yo arrebujada en mi cuarto.

14 comentarios:

irene dijo...

No soy de mar, pero me gusta mucho y me llegan muy dentro todos los problemas que tienen que ver con él, me parece durísima la vida de los pescadores, aunque también bella en su dureza. Creo que merecen toda la ayuda y protección posible, y espero de todo corazón que los gobernantes se hagan eco de sus gritos y que ellos no se rindan y sigan luchando.
Tiene que ser angustioso, ojalá terminen pronto con este suplicio.
Biquiños, Markesa, y para todos ellos.

ALBINO dijo...

Si los soldados y las armas que estan en Agfanistan acompañasen a nuestros pesqueros creo que sería otra cosa. Al fin y al cabo les pagamos para que participen en acciones españolas.
Cariños

Deambulando con Artabria dijo...

Es un tema muy complicado. Todos queremos que vuelven sanos y salvos, pero no es justo darle a esos piratas lo que quieren.......

Dificil situación......ojalá pronto los tengamos en casa.....

Lo de los soldados en ayuda humanitaria es verdad, pero habrían podido evitar este secuestro???

Markesa Merteuil dijo...

Pues me imagino que cualquier nave del Ejército español está mejor dotada para repeler un secuestro que cualquier buque pesquero español. Por mucha seguridad privada que se quiera incluir en éste.

HADEX dijo...

Ayer vi una entrevista con el fotógrafo que fue secuestrado el año pasado en Somalia, Cendón.Reconocía que la culpa de esta situación la tienen los países que mantienen a África en esa deplorable situación y no la dejan despegar.

Por supuesto que libertad para los pescadores y todo el apoyo del mundo.
Pero este asunto va mucho más allá y hasta que no se arregle de raíz....


Bicossss

Chousa da Alcandra dijo...

Non os deixamos solos. Están sempre presentes no noso pensamento; ainda que iso...de pouco lles vale!.
Hoxe tiven que explicarlle á miña nena a situación. Ela pensaba que os piratas eran so de contos...
Ogallá se resolva axiña con final feliz. Coma nos contos...

Un bico

Yyrkoon dijo...

Te equivocas en varias cosas a mi humilde criterio, por ejemplo, a mí me es completamente indiferente, hay miles de vidas que se pierden al día por otro millar de razones. ¿Debería yo sentir más empatía con estos marineros por ser de mi país que con un ruso que muere congelado en la fría noche siberiana por no disponer de techumbre alguna? ¿Deberían parecerme más desalmados unos piratas somalís que luchan por la liberación de los suyos que unos soldados estadounidenses que matan por unos intereses que probablemente ni siquiera conocen?

Yo tengo mi criterio en todos los conflictos que conozco, pero doy por hecho que mi opinión es siempre subjetiva, probablemente influenciada por mi entorno, prensa, telediarios y fundamentalmente por una masa social que se deja influenciar más que yo por estos primeros medios. Solución, abstracción, frío, pero cierto. Conflicto que no me toque de cerca, conflicto que ignoro.

Claro que tengo mi idea, no puedo evitarlo, yo lo primero, ejecutaba en la plaza mayor a los que tenemos presos y luego me llevaba un jodido ejercito a donde coño tengan el barco, si le tocan un pelo a alguno me los fundo rapidito, frío, pero cierto. No dejo de entender que esto que yo haría es muy injusto para con muchos, de ahí que prefiera la indiferencia y no meterme en camisas de once varas.

Espero que tengan suerte (lo que no quiere decir que me importe).

Isabel dijo...

No se trata de lo que cueste tener el ejército cerca, es que es ilegal, sería una provocación para los paises del entorno. Y si el ejército está en afganistan, es por su pertenencia a las naciones unidas. Es un tema delicado, en el que hay que esperar que el gobierno haga su trabajo, hay nueve barcos mas secuestrados en estos momentos, de distintas nacionalidades, es un tema muy complicado. Un beso

Markesa Merteuil dijo...

Uy, si sólo fuese un pelo Yyrkoon. Ayer estaban contentos porque al parecer los piratas estaban contentos y, por tanto, ayer ya no les pegaban.

Isabel, no entiendo por qué es ilegal que el Ejército acompañe a la flota, ni entiendo que sea una provocación para ningún país. Igual que no entiendo como una provocación que esté Tráfico en la carretera o que esté la Policía Local o Nacional por las calles. Sí lo entenderían como una provocación los que quisieran saltarse las reglas a la torera y poner en peligro bienes o personas, o ponerse en peligro a sí mismos. Es un hecho que la presencia de los cuerpos de seguridad disuade, y en los sitios donde están las fuerzas de seguridad en la calle hay un menor índice de delincuencia.

Y, sí, hay más de un barco secuestrado, pero no olvidemos que por mucha seguridad privada por la que optemos ésta no es garante de protección, dado que ésta está atada de pies y manos a la hora de actuar.

Si hay más de un barco secuestrado tal vez se trate de que hay algún peligro en alta mar, ¿no? Casi mejor que le digamos a la flota que amarre, que desguace y que opten por destruir empleo. Que, total, a mí el pescado no me gusta. Y para los que lo quieran, ya están las plantas de acuicultura (que habrá que ver cómo inciden a largo plazo en el entorno en el que se han instalado).

En cuanto a las Naciones Unidas, es curiosa la capacidad que tienen para ignorar unos conflictos y urgir acerca del peligro de otros, ¿no?

Markesa Merteuil dijo...

Hadex, juraría que hoy iban a entrevistarlo también en la Radio Galega. Pero no me hagas mucho caso. Por cierto, mucho me temo que los que impiden el desarrollo de unos países, también impiden el desarrollo real y global del propio.

Eleuterio Gálvez, el cónsul temerario dijo...

Hola Marquesa, voy a opinar a riesgo de ser mal, qué digo, muy mal interpretado. Entiendo que este barco pescaba a más de 400 millas de las costas de Somalía al momento del secuestro, es decir, en aguas internacionales, lo que en principio nos libra de considerar si estaba pescando recursos somalíes. Por otra parte, leo que el Alakrana enarbola una "bandera de conveniencia", la de las Islas Seychelles, porque allí elude impuestos que debería pagar en España; de lo que se sigue, supongo, que quien debería dar protección a la nave sería esta última república, aunque leo también que el buque utiliza dos banderas, según dónde recale. En este mundo, todos según nuestro grado de instrucción y falta relativa de escrúpulos, seamos piratas o armadores, encontramos cómo lucrar al margen de la ley. A los piratas, tarde o temprano se les castigará, quizá aparatosamente. A los otros, difícilmente. En fin, no puedo sino expresar mis simpatías sin reservas por los secuestrados y sus familias; ojalá sean pronto liberados.

Markesa Merteuil dijo...

Faenar bajo banderas de conveniencia es una práctica habitual, al igual que el hecho de que muchos buques con matrícula en una zona concreta descarguen su mercancía en otra distinta. No tengo ni idea de dónde se subastaba el atún que faenaba el Alakrana, pero de lo que sí estoy segura es de que muchos de sus tripulantes tienen fijada su residencia en zonas pesqueras españolas. Es ahí donde hacen su vida, donde pagan sus recibos, donde toman sus cañas y donde gastan sus familias.

Al margen de los empleos que se generan en un buque hay que tener en cuenta que éste no sólo genera riqueza para el armador y salario para la marinería, sino también en las lonjas, donde hay gente que descarga, gente que subasta, gente que... y también compradores, que precisan de distribuidores, que llevan el pescado a los diferentes mercados para ser de nuevo distribuido. Y finalmente a la pescadería y al consumidor final (de ahí los precios). Es decir, que se genera trabajo en distintos puntos a partir de nuestra flota, faene o no con bandera de conveniencia.

Probablemente esta semana tenga ocasión de hablar sobre este punto con el sector pesquero de mi provincia. Si es así, seguramente os podré contar su opinión y explicar qué implica faenar bajo banderas de conveniencia. Porque creo que esto no impide descargar los productos pesqueros en España.

SOMMER dijo...

La verdad que esta historia ha sido para mear y no echar gota....
En fin, afortunadamente, todo ha salido bien...

Besos

Julián Nailes dijo...

No podia faltar mi abrazo desde aki, of course :)