sábado, 24 de marzo de 2012

De un tiempo a esta parte la vida pasa ante mí y ni siquiera la observo pasar. Estoy agotada; me he dado un tiempo, pero cuanto más descanso más me acomodo en esta apatía que ya ni siquiera me corroe. Es tanta la desidia...

Me fuerzo, eso sí, a la aventura, a no sucumbir ante el sosiego casi plácido de lo cotidiano, puesto que sé qué es lo que no quiero y es conformarme con un corazón templado.

He sobrevivido al frío más intenso, y también he tenido que capear con las más ardientes pasiones. Ésas de las que muchas veces sale uno escaldado, pero cuyas cicatrices aún son capaces de inspirarme un rubor o una sonrisa.

Y ahora que está, pero no está, me aferro a su recuerdo que unas veces me eleva y otras me incomoda hasta la náusea. Pero es él quien aún me mantiene con algo de pulso, pese a que sé que llegará la helada, cómo no. Sin ella, no habría primavera. Y me urge que llegue, como precedente ineludible de nuevos despertares, pero también me aterra: tanta crudeza arrasará las cenizas bajo las que tal vez aún se guarezca algún rescoldo de los tiempos felices. Y me resisto a dejar de querer, aunque ya no lo hago como entonces, puesto que, cuando una desilusión va de la mano de la que le precede, ni siquiera una gran gesta es capaz de avivar la llama. Ese miedo a soterrar algo que tal vez aún esté vivo es el que me paraliza, el que me impide avanzar hacia él o hacia un nuevo abismo de placeres y de miedos por descubrir.

Debería, pues, cegar el retrovisor: en él aún vislumbro la época en la que hasta un breve cruce de miradas bastaba para hacer palidecer al infierno.

9 comentarios:

Dr.Mikel dijo...

Nunca quites el retrovisor porque es la única manera de saber que y a quien se deja atras.
Unas veces es mejor acelerar y poner tierra de por medio, y otras es mejor frenar para recogerlo.

Markesa Merteuil dijo...

Mmmmmm, ahora mismo pánico a padecer síndrome de Diógenes. Mejor tiro hacia adelante y, si tiene que ser, el tiempo lo dirá.

Shantal dijo...

Haci adelante siempre, sin mirar atras ni para tomar impulso, seguro q tu puedes.

Besos

humo dijo...

El día da para todo, y tú tienes capacidad para conducir tu vida hacia donde decidas.

Quique Castro dijo...

Lo que aprendí yo con sus comentarios no se lo podré pagar nunca. Me alegra ver que sigue al pie del cañón. Yo he vuelto. Creo.

Markesa Merteuil dijo...

Ojalá, Humo, ojalá.

Vizconde, ¿cree? ¿Dónde?

Quique Castro dijo...

Pues por aquí ando:
http://lashuellasdelabestia.blogspot.com.es/
Nos vemos por estos lares.

Markesa Merteuil dijo...

Tomo nota.

Kim Basinguer dijo...

No se puede mirar atrás, nada se puede cambiar de lo que ya pasó...así que hay que mirar hacia adelante y e tiempo, va colocando las cosas de nuevo. El abismo querida, llegará por si solo, si tiene que llegar.