Envidiando...

...a Principito

(Pese a que el post es una respuesta mía a uno suyo no me resistí a copiar, pegar y... modificar)

"Qué envidia de pelo alborotado oliendo a noche y a tabaco; de maquillaje ajado; de risas; de charlas vanas viendo pasar ante ti la noche; de tertulias profundas sobre lo humano y lo divino, sobre el presente y el futuro, sobre ti y sobre mí; de sueños rotos; de miradas tristes que encierran historias que tal vez te cuenten bajo unas sábanas llenas de secretos y suspiros; de ojos vidriosos de... tantas y tantas noches de libertad sólo coartada por tus miedos.

Lo malo es el desencanto de saber qué esperar de cada risa, de cada susurro, de cada beso temblando en tu cuello...

Pero quizá, si abres bien los ojos, y te dejas embaucar por la luna... quizá entonces halles un pedacito de ti aferrado a una sonrisa en la que tal vez nunca habías reparado.

Y quizá te puedan las ganas, y quizá te quemen los besos, y quizá ansíes que aún no amanezca o, por el contrario, amanecer a su lado. Quizá mueras por comprobar si los primeros rayos de sol le hacen justicia o si la noche le fue benévola. Y quizá lo único que desees es descubrir que la luna te engañó, que cubrió de velos una hermosura plena, por fin, al alba.

Conversaciones, risas, silencios, miradas, dedos que juegan a enredarse en su cintura... ¡Qué envidia de noches eternas, y de amaneceres, y de bailes, y de besos!

Creo que me urge callejear de nuevo por la Ciudad Dorada, perderme en sus matices y maldecir mis miedos. Y redescubrirme de nuevo (...) en aquellas noches de ternuras, de lujuria, de silencios.

Estoy... es que no sé muy bien cómo estoy... pero estoy. Algún día, algún sueño".