El cofre estaba dividido en departamentos, que poco a poco fue vaciando. Allí halló justo lo que precisaba: un vestido de fiesta, corsetería adecuada para resaltar sus formas pasando, no obstante, desapercibida, unos pendientes, una gargantilla, unas sandalias tan livianas que parecían de cristal... Incluso había cremas, maquillaje, laca de uñas, cepillos para el pelo, bandas depilatorias... Tenía todo cuanto podría precisar para una noche de fiesta y todo, además, parecía pensado precisamente para ella. Todo era de su talla y todo era acorde con sus facciones, el color de su cabello... ¿Por qué no ir a la fiesta? ¿Qué podría salir mal?
En un pequeño cajón encontró incluso dinero. Si había que pagar entrada, podría hacerlo. Y el taxi, también sería lo de menos.
To be continued
5 comentarios:
La carroza se convierte en taxi......pero la Cenicienta que sueña en convertirse en princesa todavía está muy de moda.
Es como la historia interminable esta serie. Pero me gusta. Un beso, Princesa.
Es como un kit de emergencia para las princesas actuales :)
beso!
Bonito, espero la continuación....
Que devuelva todo a su lugar, cierre el cofre y emprenda camino con los pies en la tierra y los ojos abiertos.
Un abrazo
Yeli
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