"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma".
(Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
sábado, 14 de febrero de 2009
Miedo me da esperar un nuevo amanecer con tu sonrisa anclada a mi cuello.
8 comentarios:
¿ Miedo a que siga allí o a que haya desaparecido, Marquesa?
Deshazte cuanto antes de esa forma que emite sonrisas, puede ser un arma de doble filo, no te confíes marquesa.
Disfruta
Franc.
Solo sexo, solo sexo!!! lo demás está de más :P
Besos y gracias por estar, niña guapa
Hay muchas clases de miedos, no sé, puede tener dos lecturas, espero que suceda la mas conveniente, para ti, por supuesto.
Un abrazo, Markesa.
¿Y porqué miedo?, ¿no es la sonrisa que quieres?.
Un beso preciosa
Una frase con un sinfín de interpretaciones. Besos.
uisssssss que peligro!!!!
Como dice DianNa solo sexo!!!!
Besitosssssssssss
Juan, no lo sé.
Franc, lo intuyo.
Ay, DianNa, qué fácil suena. De nada... ;)
Irene, el tiempo decidirá. Él es el más sabio, al menos si es cierto aquello de: "Sabe más el diablo por viejo que por diablo".
Isabel, quiero esa sonrisa, pero no de ese modo.
Jordi... cómo me conoces... ;-)
Ay, Mar, no debo... :-) Honestidad. :-)
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