domingo, 8 de febrero de 2009

Un caballero esquivaría mis mejillas, para centrarse en mis manos como pase directo hacia mi cuello. La elección, pues, fue clara. Siempre me gustaron los vampiros.

9 comentarios:

Isabel dijo...

Asi me gusta, con mucho morbo.
Un beso (en la mejilla)

HADEX dijo...

Pero no los de Crepúsculo eh?? Que esos son unos atontaos

Markesa Merteuil dijo...

El morbo siempre viene bien, Isabel... ;-) Otro para vos, reina.

Hadex... claro que no... En el fondo soy una romántica ;-)

Hisae dijo...

La vampiresa amó al vampiro. Coqueteó siempre con su cuello.

Me como la vida misma dijo...

Me paseo por tu blog y, no sé, hay algo que me atrae. Volveré otro día a cruzar tu puerta. Felicidades.

xxs

Mar dijo...

Donde estan esos vampiros??? jajajaja y yo sin verlos, jooo

Besitosssssssss

Markesa Merteuil dijo...

PD: Me faltó completar la última frase... ;)
Siempre me gustaron los vampiros que saben cómo succionar toda la sangre de mi pecho, sin dejarlo morir, pero extenuándolo hasta el extremo. ;-)

Mar dijo...

Eso es tu arreglalo, jajajajaja

Besitossssssssss

Mariano de Toledo dijo...

Desde el princiio de mi existencias, los vampiros me marcaron deliciosamente, ese magnetisto me encanta...aún los sigo esperando...besos.