"(...) y acusándome de una falta que no había cometido, le dije que había hecho lo que hacen las mujeres. (...) el buen padre me pintó el mal tan grande, que concebí que el placer debía ser extremo; y al deseo de saber sólo en qué consistía, sucedió el de enterarme por mí misma".
(Carta LXXXI, de la marquesa de Merteuil al vizconde de Valmont. "Las amistades peligrosas", Choderlos de Laclos)
domingo, 13 de junio de 2010
Lo tuve todo: tu sonrisa en mi mañana al despertar.
2 comentarios:
Suena prometedor :)
es increible como con la simpleza de una oración podés decir algo que significa tanto...
como siempre, un placer...
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